
Laura, 35 años, Bióloga, estudiante Ph. D
Antes de comenzar mi terapia con Coni, no estaba mal, pero definitivamente no estaba bien. En ese momento sufría de ataques de ansiedad seguidos, me sentía derrotada y con un vacío que a pesar de que la vida estuviese "bien" no parecía llenarse, y tampoco sabía porque, lo cual era un ciclo vicioso de culpa al pensar que no podía estar así si todo estaba ok.
Lo que me hizo decir que "sí" para trabajar con ella fueron dos cosas. Primero la confianza que me transmitió en la consulta de diagnóstico y lo segundo un click que creo que es fundamental para trabajar con una terapeuta o psicóloga. He tenido terapia por casi mas de 4 años con diferentes profesionales, pero el vínculo que se formo con ella es indiscutiblemente único. Otra cosa que se fue desarrollando con el tiempo es la capacidad que tiene de "leerme" yo le digo que me asusta en broma, porque a veces me cuesta transmitirle lo que pienso o siento, y ella con toda la paciencia y amor me ayuda a ordenar todo eso, darle pies y cabeza y decirme "tal cosa" e increíble como acierta y es más fácil todo…
Durante mi proceso tuve MUCHOS cambios poderosos. Creo que el más me impacta aun es el del amor propio, seguramente muchas personas luchan con encontrar(se) y tener herramientas para el amor propio, yo le decía a Coni que no podía amar algo que no estaba, que estaba hueca, y con ella pude encontrarme, saber que no estoy sola, que me tengo a mi y que soy yo esa pequeña luz que también estuvo conmigo en los momentos mas duros, recuerdo perfectamente que fue uno de los momentos mas poderosos durante nuestras sesiones.
Ser compasiva conmigo misma, algo que se dice tan fácil, pero es tan difícil. ¡¡¡Descubrir que soy una persona perfeccionista!!! y dejar esos hábitos poco a poco. ¡Aprender a regularme emocionalmente, poner límites sanos, tantas cosas! Y como ella diría tanto cambios conductuales, pero también de pensamientos. hay cambios todos los días, poco a poco…. ya que es trabajo de día a día, pero definitivamente sin su guía no podría haberlo hecho.
Yo había hecho terapia antes, 4 diferentes terapeutas, por diferentes motivos y crisis. Pero las sesiones con Coni fueron … perfectas, atacando problemas específicos, con lecturas específicas de lo que iba surgiendo y surge en las diferentes sesiones.
Creo que lo más me gusto y fue diferente, fue lo respetuosa que fue con mi proceso y mis dudas, las lecturas y tareas que había que hacer, ya que sesión a sesión había trabajo constante si había algo que igual no me quedara claro o no había avance, volvíamos a ello con otro enfoque.
De aquí a 5 años me veo completa y feliz. Uno de mis grandes miedos al terminar el programa era "no poderme la vida" tenia miedo de no poder manejar cosas de mi vida, mi salud mental, mi vida amorosa, mi vida laboral. Poco a poco esos miedos han ido desapareciendo, una Laura más confiada en sí misma y en sus experiencias va surgiendo, así que con eso mente estoy segura de que poder salir adelante con las situaciones que la vida ponga por delante.
A alguien que aún duda de trabajar con Coni, le digo:
Que Coni es un Sol!!! Si tiene dudas que consulte siempre encontrara una Coni dispuesta y buena onda a resolver cualquier duda. Si tienes miedo: Amiga da miedo, todo camino nuevo da miedo, pero este no estarás sola, tendrás una gran mujer que te llevara de la mano por todos los temas que te pueden aquejar, en mi caso, el autoconocimiento, el amor propio, la dependencia ufff infinitos, pero no estuve sola, y si en algún momento no me la pude, ella estuvo para apoyarme, animarme y encontrar en mi la fuerza que SI existe para poder sortear cualquier dificultad.

Clara, 25 años, Profesora y máster en Educación
Antes de empezar a trabajar con Coni sentía que estaba en un túnel sin final. Me obsesionaban los extremos y todo era blanco o negro. No era capaz de ver la gran escala de grises que hay entre esos colores y, por tanto, la cantidad de aspectos que pasaban desapercibidos en mis pensamientos concentrados en una idea fija.
Coni me dio mucha confianza desde la primera sesión y me gustó mucho el trato que me dio y la gran libertad que sentía al explicarle lo que me preocupaba sin sentirme avergonzada o juzgada.
El mayor cambio que he visto en mí es la capacidad que tengo ahora de creer en mí y de confiar en mí misma. Valoro muchísimo el hecho de ser capaz de poner límites y de priorizar mi bienestar y mi salud mental ante cualquier otra cosa. Ahora soy capaz de analizar bien los problemas y encontrar la parte positiva en las cosas negativas porque nada es tan malo como nos puede parecer a simple vista.
Hice terapia hace muchos años y nunca sentí tanta confianza con mi terapeuta como cuando me expresaba con Coni. Creo que, en mi caso, el hecho de encontrarme en un momento de mi vida dispuesta a conocerme ha influido muy positivamente, ya que en el pasado era muy pequeña y veía terapia como una obligación y no como algo positivo para mí.
Para el futuro lo que tengo claro es que a día de hoy cuento con muchas técnicas y muchos conocimientos que antes no tenía. En parte, me da un poco de miedo volver a no saber controlar mi ansiedad, pero creo que ahora cuento con una gran ventaja por todo lo que he aprendido y vivido. A día de hoy, me siento más fuerte, firme y feliz conmigo misma.
La salud mental no es algo de lo que debamos avergonzarnos. No hay nada más valiente que animarte a dar el paso para cuidarte y valorarte, y no hay mayor muestra de amor propio que querer estar bien y buscar la forma de hacerlo.
Coni es una profesional de los pies a la cabeza y hace que en las sesiones te sientas cómoda porque no te fuerza a hablar de nada que no quieras profundizar y respeta mucho los tiempos que necesitamos hasta que nos sentimos con la fuerza de sacarlo de dentro.
(Foto no disponible por motivos de confidencialidad de la clienta)
Isidora, Psicóloga, 35 años.
Antes de trabajar con Coni me costaba mucho expresar de verdad lo que quería decir. Vivía inventando mentiras para poder excusarme por no atreverme a decir lo que quería o sentía directamente. Sobretodo, decir que no o poner limites. Eso es muy desgastante con el tiempo. Ademá estaba dando un mal ejemplo a mis dos hijas mujeres, que iban por el mismo camino que yo.
Vi en instagram una publicacion de la Coni que se llamaba algo asi como "dificultad para poner limites", era un video, lo escuche hasta el final y me sentí tan identificada en todo lo que dijo... al final del video decia; si necesitas ayuda contactame!! Me demoré... uno siempre se posterga, y finalmente le escribi e iniciamos una terapia. Fue lo mejor.
Los cambios más poderosos que tuve fue darme cuenta que tenía problemas de autoestima, aunque yo creía que no, - entender de donde venía esa baja autoestima, para poder lidiar con ella, darme cuenta de tantos ideas preconcebidas erróneas que yo tenía, ya sea por educación, o por algo social y que al verlas desde fuera, así como impuestas, puedes liberarte de ellas y perder el miedo a arriesgarte, ponerte metas pequeñas e ir probando que pasaba.
Antes de tener terapia con Coni, había ido antes una vez, sentí que no tratamos el problema de forma tan específica, y si lo hicimos fue mas con técnica de ensayo y error. La terapeuta no se tomó el tiempo de ver de donde y porque yo tenia ese problema, sino que se centro en cambiarlo a través de cambiar conductas, lo que claramente no sirvió.
Pero con Coni fue diferente. Me sirvió mucho escuchar que para uno poder ayudar a los demás, tiene que ayudarse a uno primero. En mi caso yo soy mamá, y sentía que el ejemplo y la educación a mis hijas era demasiado importante ahora que son chicas todavía. Veo tan felizmente como un cambio en mi, tiene tantas repercusiones de ellas, que no me arrepiento para nada.
Siempre da miedo abrirle el corazón a alguien y saber que a uno la van a analizar y hacer sufrir, pero siempre es para mejor! Se me viene a la cabeza algo así como una escultura de piedra. Para que aparezca la forma correcta, hay que dar golpes a la estructura, y por supuesto eso duele, da miedo o molesta, pero es necesario para el mejor resultado. Para mi fue lo mejor!!
Para el futuro, espero que lo que aprendí y descubrí en las sesiones se quede siempre conmigo. Que no pierda nunca la valentía. Que siga siendo más libre y no atada a prejuicios. Que nada me importe tanto, tomarme la vida mas feliz y no hacerme cargo de los sentimientos de los demás.
Muchisimas gracias Coni.

Mariem, 37 años, Recepcionista
Antes de empezar a trabajar con Coni mi vida era una vida llena de dudas e inseguridades y de sentir un gran vacío dentro de mí pese a haber logrado cosas importantes o al menos muchas de las cosas que yo consideraba importantes, era independiente económicamente y vivía cómodamente pese a estar sola en un país extranjero. Pero seguía sin sentirme suficiente, nunca nada de lo que yo significaba era suficiente.
No sabía poner límites a las personas que me rodeaban (ni siquiera era consciente de que fuese una opción para mí). Tenía traumas infantiles derivados de unos padres tóxicos, y de abusos sufridos por distintas personas en más de una ocasión a lo largo de la vida, bullying en el colegio, rechazo en grupos sociales y un largo etc.
Creo que el dato diferenciador que me hizo dar el paso a trabajar con Coni fue saber que era especializada en psicología de la mujer. Fue lo que me hizo pensar que tal vez comprendería mejor lo que se siente ser abusada y las limitaciones que encontramos las mujeres a lo largo de la vida, estaba casi segura que muchas de sus pacientes habrían pasado por situaciones como las que yo pasé.
Los cambios más poderosos que tuve fueron primero que todo he empezado a ver mi propio valor y aprender que amarme a mí misma es la clave para curar ese vacío que sentía por dentro. También sacar de mi cabeza que amor propio no es lo mismo que egoísmo ha sido un gran paso.
Sin darme cuenta empecé a poner límites y expresarme como soy, lo que pienso y como me siento sin miedo a lo que puedan pensar de mí o las personas que puedan alejarse de mi vida por el hecho de que me valore. Incluso me enfrenté a mi madre en lugar de callarme y dejarle pensar que estoy de acuerdo con todo lo que dice para evitar enfrentamientos.
También he empezado a vivir con menos culpa día a día y menos ansiedad, aunque a veces vuelva, he aprendido que es una lucha continua con uno mismo.
Otro paso que he dado en mi gran cambio ha sido reconectar con mi parte feminista y como dirías tú: "haberme puesto las gafas moradas" y ser más consciente de quién soy y mi realidad como mujer.
El punto diferenciador fue sentir que hablaba con una amiga y no sólo con un profesional que parece de piedra, como que nunca tenga malos momentos como cualquier persona, eso me hizo abrirme más.
Sentir que nunca dudaste de lo que te contaba como que me inventara cosas también fue muy importante para poder avanzar en mi proceso, ninguno de los anteriores profesionales trabajaron la herida maternal conmigo y por supuesto tampoco ninguno de ellos reparó en la importante influencia del patriarcado en los problemas psicológicos de cualquier mujer.
Las lecturas y tareas que no se centraban sólo en "escribe las cosas buenas que hay en tu vida para que puedas ver lo idiota que eres por llorar teniendo de todo" también han ayudado muchísimo en mi caso concreto ya que mi mente tiende a olvidar las cosas que no trabajo durante varios días seguidos. Otro punto importante y diferente fue saber desde el principio que si me sentía mal durante la semana entre sesiones, podía contactar contigo, eso hacía sentir que el apoyo era completo.
En cuanto a mi futuro, veo mi vida opuesta a lo que ha sido siempre, la veo sintiéndome bien conmigo misma, con menos dudas, siendo asertiva, teniendo relaciones sanas con las personas que me rodean y siendo feliz con lo que tenga, aunque eso no quite que quiera luchar por mejorar y conseguir mis sueños u objetivos y teniendo la seguridad en mí misma para hacerlo.
A las personas que estén dudando de tener una sesión con Coni, les aconsejaría que probase al menos dos sesiones, yo no tardé más de eso en sentirme cómoda y conectada con ella y saber que, de seguro, podría ayudarme mejor que otros profesionales.
(Foto no disponible por motivos de confidencialidad de la clienta)
Astrid, Psicóloga, 42 años.
Durante el confinamiento los cambios más significativos que me afectaron emocionalmente fueron la pérdida de las redes de apoyo ,sobretodo vínculos con mujeres madres profesionales en cuales me sentía apoyada y contenida por lo que solicité ayuda para encontrar soporte y sostén frente a los nuevos desafíos que había que enfrentar.
Desde la primera entrevista sentí calidez en la acogida, tranquilidad y me gustó que Coni planteara con transparencia cuáles eran las herramientas con que contaba para acompañar terapéuticamente .
Los cambios más poderosos que tuve y que me soprendieron fueron cambios en la dinámica de pareja con mayor igualdad. También cambios a nivel personal como disminuir la exigencia, aprender a cuidarme y ser persistente con un cambio en la manera de vivir.
Si alguien aún está dudando en trabajar con Coni, le diría que Coni es bacán, que recomiendo el espacio ya que ofrece un espacio de reflexión, contención sin juicios, desde la igualdad, que es acogedora, sencilla y y que sabe mucho .
Estoy muy agradecida de los 6 meses de apoyo 🙏

Viviana, 33 años, Ingeniera Comercial.
Antes de empezar a trabajar con Coni era muy dependiente del resto, sentía que, si nadie me hablaba o escribía en un día, todo el mundo se me venía abajo, necesitaba constantemente "la preocupación”, o "ser centro de atención", para sentir que importaba.
Lo que me hizo empezar a trabajar con Coni fue primero que nada, que empecé a seguirte en redes sociales, por un contacto en común, me gustaban las publicaciones que hacían entorno a la psicología, salud mental, etc. Pero, así como todos pueden tener errores o estar mal, yo también lo estaba y necesitaba ayuda.
Dentro de los cambios más poderosos, podría decir que tengo confianza en mí misma, no por un pequeño error o un comentario desatinado me voy a echar a morir. Puedo estar un día sola, sin recibir mensajes, y estar tranquila. No dependo de un "hola", para sentirme bien. Disfruto mi soledad al 100%
Una de las cosas que más me ayudaron y que fue un factor diferenciador y que fue súper importante creo que fueron los ejercicios, Coni da consejos, entiende a sus pacientes, en este caso a mí, se puso en mis zapatos, pero además da ejercicios e ideas para ser constante con la terapia a pesar de no estar reunidas.
Para alguien que esté dudando de tomar una sesión con Coni, le diría que en esta situación no vale la pena esperar y se debe buscar ayuda. Los avances son rápidos y positivos siempre y cuando uno esté dispuesto también a colaborar.
Hoy imagino mi futuro con una vida emocional muy estable.
(Foto no disponible por motivos de confidencialidad de la clienta)
Paula, estudiante de Derecho, 19 años.
Antes de trabajar con Coni mi vida era llena de inseguridades e intranquilidad constante frente a mis relaciones con lxs demás, siento que no vivía tranquila ni actuaba como realmente soy y era como estar autocensurada todo el tiempo.
Lo que me hizo dar el paso para trabajar con ella, fue que la Coni tuviera perspectiva de género, que no me juzgara y lo principal es que me hiciera darme cuenta de lo que me ocurría y trabajar juntas a partir de eso.
Dentro de los cambios más poderosos puedo decir:
-Sentir que puedo ser yo misma y que nada malo va a pasar por eso (al contrario).
-Distribuir mejor mis emociones.
-Saber qué es lo que quiero y lo que no en mi vida
-Haber mejorado mi comunicación con lxs demás
-Sentirme más a la par con mis relaciones y no sentir admiración o superioridad de parte de mis parejas
Para alguien que aún duda de trabajar con la Coni, le diría que la mejor ayuda que podemos recibir es la que nosotras mismas nos damos, acceder a terapia es un gran acto de amor a nosotras mismas sobre todo con la Coni que nunca me juzgó y me dio las herramientas para yo misma poder enfrentar lo que me estaba pasando y así sentirme más empoderada y dueña de mi vida
Hoy me veo de aquí a 5 años como una mujer independiente y estable emocionalmente con las cosas claras y al mismo tiempo amorosa y aún más sabia que ahora, porque de la vida nunca se deja de aprender
.png)
Jocelyn, 27 años, Técnico Dental
Antes de empezar a trabajar con Coni, era mucho mas dependiente en el ámbito, amoroso,sentimental
Me consideraba una persona dependiente emocional debido a mi carencia paterna. Hoy en día mi vida ha mejorado bastante en la toma decisiones, seguridad, ser más comprensiva conmigo misma. Para mi la terapia fue una ayuda fundamental en este proceso, difícilmente iba a lograr comprender tantas cosas yo sola. Ahora me considero una mujer más confiada de mi misma, de mis logros y capacidades sin mirarme de la forma que lo hacía antes.
A medida que fuimos avanzando en la terapia, comencé a sentir más seguridad en mí misma, fui cambiando de a poco y la gente que me rodea empezó a notar esos cambios .
De los cambios más poderosos que tuve, es que aprendí a no buscar ni esperar gente que no estuviera disponible emocionalmente para mi. Estuve años repitiendo patrones, buscando gente que tenía el mismo perfil, lo que lo hacía muy doloroso.
A pesar de haber ido a terapia antes, una de las cosas que fueron diferentes y específicas con Coni fueron trabajar el tema del amor propio, de los tipos de apego, de las carencias afectivas que pasé años sin entender y lograr encontrar el porqué sufría y seguía pasando por lo mismo.
Logré tomar consciencia de mi falta de amor paterno y pudimos trabajarlo tan a fondo que logré poner las cosas en su lugar.
Para el futuro, me veo pretendo firme, segura y confiada, sin forzar lazos y amores insanos, porque ese
proceso terminó desde el momento que empecé la terapia con Coni, que hicieron que aprendiera a valorarme aún más, a hacer crecer mi amor propio, por lo que si estoy acompañada será hasta donde sea sano y mutuo.
A cualquiera que esté dudando en trabajar con Coni, le diría que es una profesional sumamente dedicada, me ofreció su ayuda en todo momento y jamás dejó de hacerlo. Tiene un trabajo súper personalizado, va avanzando a medida de los progresos de una, sin apurar. Por último les diría que no tengan miedo, lo mejor es hablar y poder trabajar juntas y así avanzar y notarán grandes cambio.
Karla, profesora de Ed. Física y entrenadora, 24 años.
Antes de trabajar con Coni mi vida era monótona, sin sentido. Con la permanente sensación de que algo necesitaba o faltaba.
Al contactarla, lo que me hizo decir que sí para trabajar con ella fue la presentación e información de tus rrss y también la amabilidad al momento de contactarme contigo.
Dentro y después del proceso terapéutico, los cambios más poderosos que tuve fueron adquirir mayor seguridad y confianza en mí misma.
Si bien había estado en terapia antes, lo que fue diferente con Coni fue que fuimos al origen del conflicto (niñez), antes solo atacaba el problema en sí de ese momento puntual.
Me proyecto hacia el futuro y me veo feliz y jamás me había proyectado con felicidad.
Alguien que quiere trabajar con Coni y aún tiene miedo o duda, le diría que se sienta con toda confianza de que no va a ser juzgada <3
.png)
Litza, 33 años, Técnica en Administración.
Antes de trabajar con Coni me centraba mucho siempre en sobresalir en todo lo que me desempeñara y por ende me exigía demasiado, sin poder comprender que la vida es ensayo y error.
Las lecturas de los newsletter me ayudaron a tomar la desición de trabajar con Coni ya que abordas los temas desde el punto de vista femenino que muchas veces le cuesta a un psicólogo.
Uno de los cambios más poderosos fue sin duda sin duda fue el aprender a darme cuenta que a partir de mis carencias no puedo desenvolverme bien, sólo aceptándome y queriéndome puedo ser feliz.
Lo que me ayudó mucho del enfoque de Coni fue el hecho de poder sanar heridas y hacer visibles y conscientes mis propias falencias y debilidades.
Con todos estos cambios, me veo hacia el futuro como alguien más completa y menos autoexigente.
Y si alguien aún duda de trabajar con Coni, le digo: que deposite tu confianza en Coni, ya que en ningún momento será juzgada y menospreciada por su manera de pensar o ver las cosas.
.png)
Nicole, Estadística, 31 años.
Antes de trabajar con Coni mi vida creo que mi vida era un constante sentir/pensar mucho y no expresar por miedo al rechazo, de evitar o escapar del conflicto, de creer saber lo que los otros piensan de mí, de tener muchas inseguridades, de pensar que no soy suficiente, pero también de ser muy autoexigente y poco autocompasiva, con muchos “debería”, de tener miedo a cometer errores y pensar que el éxito o fracaso en el ámbito laboral me definen como persona. Con un normalizado y subestimado peso silencioso, con un sentimiento de inconformidad, esperando que la vida ocurriera.
Había participado
Después de una pérdida personal y en un contexto en el que el mundo cambió, me sentía sola, con miedo y sin rumbo, así que decidí buscar ayuda, y los textos y videos de Coni en redes sociales fueron uno de los motivos para dar ese paso. Me identifiqué con varios de ellos, y entendí que no tenía que quitarle importancia a cómo me estaba sintiendo, entonces supe que ella era quién me podía ayudar.
Los cambios más poderosos que tuve fueron:
-
Aceptar que las cosas simplemente pasan y que no debo tomarme todo tan personal.
-
Ser consciente de pensamientos intrusivos y actitudes dañinas (perfeccionismo, es todo o nada, evitación, catastrofismo, etc.) y en algunos casos poder cambiarlos hacia un punto de vista más objetivo.
-
Confiar en mis capacidades, como también aceptar que puedo cometer errores y no pasa nada.
-
Aprendí que ser vulnerable es de valientes. No reprimir mi sentir o pensar (dentro de un contexto adecuado) por miedo al qué dirán o dar señales de “debilidad”.
Antes de la terapia con Coni había participado en una terapia laboral y en un par de sesiones a nivel personal. En ambas experiencias predominó un ambiente motivacional y de positivismo tóxico, generando más que todo un sentimiento de incomprensión y frustración. Con Coni fue distinto, predominó mucho el escuchar, comprender y aceptar. Aceptar, sugerir y no imponer herramientas o métodos, y no necesariamente forzar un cambio instantáneo (y no juzgar por ello).
Para alguien que aún tiene miedo o duda de trabajar con Coni, le diría ¡Hazlo! No te vas a arrepentir. Pero debe tener claro que es posible que sea un proceso complicado, con altos y bajos, que se necesita estar comprometido, pero lo vale. Con Coni me perdí y me encontré, tuve momentos tristes y de descontento, me conocí, me odié, me encontré y me amé, y ella estuvo siempre ahí apoyándome.
.png)
Tamara, 33 años, Enfermera.
Mi vida antes de entrar a terapia se encontraba en la búsqueda inicial de mi bienestar personal. Todo lo que experimenté durante y a posterior fue de crecimiento, de sanación, comprensión de mis vivencias pasadas y su asociación con mi actual vida.
Durante todo el proceso me sentí siempre muy cómoda, en un espacio abierto de comunicación fluida, exponiendo los temas claramente, de mucha retroalimentación, en donde fui capaz de abrir mis emociones en forma tranquila y siempre en busca de la sanación.
Lo más significativo fue poder ser capaz de conversar abiertamente de mi pasado con las personas con las cuales tenía temas pendientes. Esto me ayudo a sanar, a abrir mis emociones a otros, y así mejorar estos lazos afectivos, dejando atrás todo lo que no me permitía avanzar. Me permitió humanizar más aún a las personas a mi alrededor, ser más compasiva y principalmente a perdonar.
Este proceso fue totalmente diferente a cuando fui a terapia antes, ya que sentí que en nuestra terapia podía haber más retroalimentación. No fue solo sentarnos una hora a hablar de mi pasado o mi presente sino a hacernos cargo de eso y avanzar.
Si bien no estoy proyectando mi vida a largo plazo, si realizara una extensión hacia mi futuro más próximo podría decir dos palabras: “En Paz”.
Cada experiencia es personal, ninguna es igual a otra, pero puedo decir que en mi caso este proceso terapéutico fue un complemento perfecto a mi proceso de crecimiento personal y mayor bienestar. Siempre es bueno buscar distintas alternativas y formas de sanar.
.png)
Ángela, 40 años, Profesora Ed. Física, Coordinadora.
Previo a empezar mi terapia, sabía que lo necesitaba y quería hacerlo pero había tenido malas experiencias con otros psicólogos, que me llevaron a no encontrarle sentido a la terapia y lo pasaba tan mal que no quería volver y prefería vivir así, explotar un día y luego retomar mi vida como si no pasara nada. Pero el fallecimiento de mi papá me hizo tomar la decisión de hacerlo y buscar yo misma con quien y así llegué a la Coni.
Desde el primer momento me sentí muy bien, no me sentí juzgada ni cuestionada por lo que me pasaba, me sentí en confianza, escuchada, comprendida y aunque me negaba a realizar una terapia de manera online, el contexto actual me obligó a hacerlo y fue mucho mejor de lo que esperaba.
Uno de los cambios más poderosos, es que logré darme cuenta de que nada es tan terrible como yo me imagino, ahora puedo detenerme un minuto y reflexionar respecto a lo que podría pasar y las consecuencias que esto tiene. Aprendí que hay muchas formas de hacer las cosas, que puedo equivocarme también y no pasa nada. También aprendí que decir lo que pienso y quiero está bien. Comprendí que mi sentir también es importante.
Algo que fue diferente de la terapia anterior, fue el no sentirme juzgada, lo que me permitió decir lo que realmente sentía y juntas con la Coni descubrir qué me estaba pasando y qué hacer. Me sentí acompañada y segura y completamente en confianza.
De aquí a 5 años me veo aceptando los desafíos, quizás con susto igual pero con la capacidad de detenerme un minuto a pensar y seguir entendiendo que puedo equivocarme
.png)
Natalie, 36 años, Técnica en Administración de Empresas.
Mi vida antes de trabajar con Coni estaba llena de autoexigencias, inseguridades y miedo al rechazo. Por lo mismo no sabía poner límites, me daba mucho temor que la gente me rechazara, abandonara, y al “que dirían o pensarán de mí” y más encima con dependencia emocional.
Tuve una crisis de salud mental y, me recomendaron tratar mi dependencia emocional. Así que quise salir de eso, buscar ayuda, y buscando te encontré en Instagram hablando justamente de la dependencia emocional, y todo lo que decías me identificaba, así que supe que tu podías ayudarme.
Uno de los cambios que más me han gustado, ha sido aprender a poner límites, con amigos, pareja y familia, aprender a decir “no” y dar mi opinión sin miedo al qué dirán, ver que no pasa nada. Transformar el “¿qué dirán?” al “¿y que importa?”, “no pasa nada”.
Agradezco mucho tu ayuda para analizar situaciones de infancia y cómo estás cobran sentido ahora, y liberar algunas, soltar, sanar. Y bajar el nivel de “pecaminoso” a las cosas, darle la importancia que tienen las cosas, no ponerle una connotación negativa a todo.
Algo que fue diferente y que me ayudó mucho fue la recomendación de un libro para leer me ayudó para poner en palabras emociones, situaciones y sentimientos que me costaba expresar, conversar contigo esas inquietudes me ayudaron mucho para poder expresarme con claridad. Y el que tuvieras un lenguaje sencillo, cercano y relajado me dio la suficiente confianza para hablar y confiar.
De aquí a 5 años me veo plena, feliz y satisfecha.
A alguien que aún duda en trabajar con la Coni le diría, que lees la mente jajajaj porque logras expresar lo que uno no logra decir, y eso ayuda montones. Que no juzgas, que das el espacio para hablar y escuchas de verdad.
.png)
Nicole, 31, Trabajadora Social
Antes me costaba mucho trabajo conectar con mi emocionalidad, lo que podría explicarse porque crecí en un contexto familiar y de crianza y carente de muchos elementos, entre ellos lo relacionado con la dimensión socioemocional. Durante mucho tiempo me terminé convenciendo que todo lo relacionado con este ámbito implicaba debilidad, y yo siempre quise ser una mujer “fuerte” que evitaba siempre sentirse vulnerable y expuesta a los demás, lo que evidentemente implicó que tuviera dificultades para establecer vínculos amorosos, ya que tendía a involucrarme en relaciones tóxicas y dañinas.
Y bueno, llegó un momento en el que me vi absolutamente superada, envuelta en emociones y sensaciones que no sabía identificar ni regular, primera vez que sentía que la vida me pesaba, y me pesaba mucho. Me sentía triste, sola ante el mundo, nostálgica, autoexigida, con rabia e impotencia, tenía ganas de cambiar situaciones y errores del pasado, pero la frustración me embargaba al no poder hacerlo y a momentos me sentía muy cansada de sentirme así. Además, en un contexto de crisis mundial, me sentía orgullosa de mis logros personales, laborales y académicos, pero al mismo tiempo me costaba mucho trabajo hacer frente a una sensación de vacío que me dificultaba continuar y, bueno, también me sentía muy culpable por sentirme así, ya que me comparaba con otras personas y reconocía en mi una situación de privilegio y me recriminaba constantemente.
Me decidí a trabajar con Coni, en primer lugar, porque en ella encontré una mirada profesional que se sustenta en el feminismo, elemento que para mí fue determinante y, como era la primera vez que realizaba un trabajo terapéutico con alguien, eso me generó la confianza y la seguridad para iniciar un proceso totalmente desconocido para mí. En todo momento la sentí presente y preocupada, además, al trabajar desde la horizontalidad, permite generar climas de mayor cercanía y apertura en las conversaciones. Siempre le digo a mis personas cercanas que haber iniciado este trabajo con Coni fue la mejor decisión que he tomado en mucho tiempo, ya que desde un comienzo me sentí muy escuchada, acogida y validada por ella, incluso en los momentos más difíciles. Cada vez que terminaban las sesiones me sentía con menos peso en la mochila, siempre me decía que dejara de pensar que estaba sola ante el mundo, que ahora, entre otras personas, también estaba ella conmigo. Solo puedo decir que me siento muy afortunada de la oportunidad de tenerla como psicóloga. Valoro muchísimo el camino que recorrimos juntas.
Los cambios más poderosos que tuve fueron:
-
Desarrollar mayor conciencia y madurez emocional
-
Resignificación de experiencias pasadas dolorosas que me impedían avanzar
-
Ser más autocompasiva conmigo misma
Es primera vez que me animo a iniciar terapia, y creo que me quedo con una sensación de mucha tranquilidad y gratitud ante esta experiencia.
Desde ahora veo mi vida a futuro con mucha más tranquilidad personal respecto a mi historia de vida pasada, con más madurez emocional al momento de enfrentarme a diversas situaciones y/o decisiones y, sobre todo, con más herramientas para enfrentarme ante el mundo
A alguien que aún duda de trabajar con Coni le diría que no lo piensen dos veces, que Coni es una excelente profesional y que se atrevan a dejarse acompañar por ella, ya que es muy respetuosa de los procesos individuales y se adecúa con mucha flexibilidad y rigurosidad a las necesidades propias de la otra persona. Quizás en primera instancia puede generar incertidumbre el hecho que las sesiones de trabajo sean telemáticas, pero, lo cierto es que su metodología de trabajo es tan robusta e integral, que permite construir instancias de mucha cercanía y confianza. La recomiendo a ojos cerrados.
.png)
Luz María 31 años, Ingeniera Civil.
Antes de empezar mi terapia con la Coni, me encontraba ya en un lindo camino de autoconocimiento, pero a pesar de ver muchos cambios había situaciones que aún me afectaban mucho, por lo que sentí la necesidad de buscar ayuda para explorar acompañada esos temas que me estaban provocando dolor.
Lo que me hizo decir que SÍ para empezar terapia contigo fue saber que habías superado situaciones difíciles y que te habías formado para ayudar a otros a conseguirlo también. Sentí que encontraría comprensión y experiencia. Ya luego cuando nos conocimos me gustó que tu trato fuera cercano y sin juicios, lo que me dio la confianza para expresarme contigo, incluso llorar cuando lo necesitara.
Uno de los cambios más poderosos que he tenido en este proceso fue darme cuenta que podía hablar sobre experiencias dolorosas de mi pasado y sacar algo bueno de ahí: AUTOCONOCIMIENTO, COMPASIÓN, ACEPTACIÓN, APRENDIZAJES.
Haber tenido el espacio y la contención necesaria para hacerlo me ayudó a sentirme más segura de mi, de mi capacidad para sostenerme y atraversar emociones difíciles y con ellos, sentir mayor seguridad para explorar experiencias que me daban iedo.
También sentí cambios en la manera de mirarme. Ahora me miro con más comprensión y amor, valorándome más.
Lo diferente de este proceso con la Coni a otros procesos de psicoterapia que había tenido, fue el ir más lento, tener una estructura que guiaba el proceso pero que era lo suficientemente flexible para adaptarse a lo que pasaba en el día a día Además, ciertas preguntas y ejercicios fueron clave para conocerme más y conectar profundamente conmigo misma.
Ahora miro el futuro y me veo feliz, segura y viviendo mis sueños, algunos que ya se han empezado a hacer realidad.
De aquí a 5 años me veo plena, feliz y satisfecha.
A alguien que aún duda en trabajar con la Coni le diría que en ella encontrará un lugar seguro donde explorar y procesar lo que necesite. Que se dé el regalo de conectar con ella misma, guiada y acompañada por alguien con experiencia, que no juzga, sino que contiene y acompaña. VALE LA PENA.

Carla, 29 años, Profesora de Matemáticas
Antes de trabajar con la Coni, Constantemente vivía con una ansiedad tremenda , me temblaban las manos , sentía que me faltaba el aire …. Tenia la sensación contantemente que me iban hacer infiel , sentía que todo era mi cumpla , me sentía cobarde por no tomar las decisiones correctas , no sabia como manifestar o expresar algo cuando no me gustaba de mi pareja, me quedaba en silencio y eso me estaba dañando día a día
Lo más importante para trabajar con la Coni fue que me encantó. La encontré por Instagram y me gustó su forma de abordar el amor propio, era clara y concisa.
De los cambios más poderosos, fue que entendí y comprendí mis actuares a partir de mi infancia. Sé que mi debilidad es saber manifestar mis emociones y que, al comprender eso soy más consiente de cómo debo actuar frente a una nueva relación. Comprendí también cuál es mi estilo de apego y que este se ve afectado si no escojo una persona correcta. Aprendí a detectar esas banderas rojas.
Nunca había ido a terapia antes, así que partí con mucho miedo al principio, hasta un poco incrédula. Pero ahora fue la mejor decisión que pude a ver tomado y que me cambió la vida. Además sé que puedo contar contigo en cualquier momento.
De aquí a 5 años me veo tranquila, con claridad y más segura en relación a mantener relaciones más saludables y una comunicación más efectiva.
Si aún dudas, no tengas miedo. La salud mental es importantísima, mientras uno esté bien y tranquila, la toma de decisiones serán las mejores y lo mejor es conocer y saber cómo poder relacionarse con un par.
Gracias totales Coni.
.png)
Claudia, 39 años, Psicóloga.
Antes de empezar terapia con la Coni, mi vida la vivía con muchas corazas, autosabotaje en mis relaciones de parejas y en mi vida en general, muchas inseguridades y miedos. Sobretodo temor a sentirme y que me vieran los demás frágil y vulnerable.
Estuve con una fractura por un accidente en moto, eso me hizo parar obligadamente mi vida, la puso en pausa y aparecieron todos mis fantasmas. Una amiga me envió el Instagram de Coni y la contacté. Esa ha sido la mejor decisión de mi vida.
De los cambios más poderosos que tuve fue el poder mirarme, reconocerme, aceptarme, comunicar lo que quiero y no quiero para mi vida, sentirme segura, valiente y fuerte con mi fragilidad y vulnerabilidad.
Lo diferente con otros procesos terapéuticos, fue que sentirme súper comprendida y que enviaras textos y vídeos que complementan el proceso eso fue genial. Los revisaba muchas veces hasta comprender.
De aquí a 5 años me veo tranquila, en calma, con una relación de pareja estable, recíproca y si todo fluye hijos, casa y el perro jaja
A las que aún tengan miedo, les diría que se animen, que muchas veces no será fácil, que hay que tolerar un poquito pero todo vale la pena porque logras cambiar tu vida. Sanas de a poco el alma.
.png)
Sarai, 26 años, Enfermera.
Durante mi infancia y adolescencia me tocó vivir una serie de eventos que generaron traumas y daños en mi, los cuales no pude enfrentar nunca por que eran muy dolorosos y no sabía como, eso generó que tuviera muchos problemas en mis relaciones tanto familiares como sexo-afectivas. Empecé a trabajar en servicios de alta complejidad lo que aumento mi ansiedad y la recurrencia de mis crisis de pánico. Fui diagnosticada con fibromialgia y vi cómo mi mundo entero se me venía encima.
Después de renunciar a mi trabajo, que me estaba haciendo mucho daño y de encontrar un grupo de amigas que me apoyaron y me ayudaron a aceptarme, decidí que era buen momento para iniciar una terapia y sanar todo lo que seguía haciéndome daño y que no sabia como manejar.
Los cambios más poderosos que tuve en este proceso fueron:
- Pude aceptarme, principalmente mi bisexualidad.
- Aprendí que no valgo lo que otres digan, sino lo que yo sé que valgo. No por estar con personas que me hagan sentir menos valgo poco.
- Aprendí a poner limites y a ser consciente de que los límites no son algo egoísta y que la gente que me ama no se alejará por ello.
- Aprendí que no tengo la culpa de mis traumas pero que sí tengo las herramientas y la necesidad de trabajarlos para no herirme a mi ni a otres.
De aquí a 5 años me veo sin miedo a mostrarme como soy en verdad. Me veo empoderada, en un trabajo que yo elija no que se me imponga o que me haga infeliz. Me veo con mi pareja que me haga sentir amada, que me de la confianza para conversarlo todo y que nos acompañemos. Idealmente viajando a alguna montañita o playa.
Para las personas que aún tienen miedo o dudan, le diría que se atreva. Empezar es lo mas difícil, cada uno sabe si es o no el momento. Puede ser momento de crisis o un periodo de tu vida donde hay calma, pero cuando inicias tu terapia y vas viendo como el dolor va sanando, empieza a generarse una relación con tu terapia y se va haciendo más ameno y sencillo incorporarla a tu vida.

María José, 29 años, Tecnóloga Médica
Antes de la terapia con Coni, mi vida estaba un poco dispersa, sobre todo en el tema amoroso. Falta de amor propio, temas familiares que nunca había tomado en cuenta que pudiesen afectar. No ponía límites y no expresaba lo que pensaba y sentía.
Conocí a Coni a través de redes sociales y por las lecturas de los newsletter, que me hacían mucho sentido y deseaba tener terapia con ella.
Al conocer a Coni, fue un "SI" rotundo, "quiero seguir en terapia contigo" pensé. Me dio una confianza única, como hablar con una amiga, sin juzgar, con full atención y además muy preocupada hasta por whatsapp le podías hablar fuera de tu hora, y te responde sin problemas.
De los cambios más poderosos, puedo decir que:
- Pude sacar la voz, expresar lo que siento, lo que pienso, ya sea a mi familia, amigos, pareja, etc. Antes aceptaba todo lo que me decían, sin tomar en cuenta lo que de verdad sentía. Ahora sin miedo, expreso todo.
- Aprendí a elegir a la gente que quiero en mi vida, y no aceptar al primero que llegue con palabras bonitas.
- Gané amor propio, aprendí a aceptar mi cuerpo, a valorar la persona que soy y lo que merezco.
- Aprendí a estar sola, a regalonearme.
Había visto a otra psicóloga antes de Coni, y me pareció muy fría, parecía una entrevista de trabajo, lo que me pareció muy incómodo. Con Coni, desde el primer día me gustó, la confianza, cómo podía a ser yo, sin juzgar, sin poner caras. Las tareas, textos y toda la ayuda extra que aportaba, me llamó mucho la atención y fueron un gran complemento.
De aquí a 5 años me veo como una mujer más segura de sí misma. Con amor propio y con voz..
Y para la que aún duda, le diría: Amiga, sin miedo y a ojos cerrados te recomiendo a Coni, si quieres conversar con alguien que sea como tu amiga, pero con bastante experiencia y conocimiento, aquí está!

Camila, 29 años, Enfermera.
Hay un antes y un después en mi vida desde que empecé la terapia con la Coni, mi vida antes era mas caótica, con muy pocos momentos de tranquilidad, no sabía gestionar mis emociones, estas me desbordaban, vivía y enfrentaba todo con mucha intensidad y rabia, la ansiedad me sobrepasaba, buscaba muchas formas de evadir y al hacer esto tenia muy poco auto cuidado. Alejaba a las personas, no me valoraba y mis relaciones estaban llenas de inseguridades.
Lo que me hizo decidir trabajar con la Coni fue que estaba pasando por un momento de crisis y no lo estaba manejando de la mejor manera, estaba viviendo con muchos episodios de ansiedad, veía todo muy negativo y no veía salida, necesitaba un cambio y dejar de repetir los mismos patrones que venía repitiendo desde hace muchos años, me di cuenta que estaba muy herida y que necesitaba enfrentar mis traumas para poder sanar,
Empezar a trabajar con la Coni fue hacerme cargo por primera vez de lo que me estaba pasando y no me arrepiento ni un segundo.
Los cambios más poderosos que tuve fueron:
- Aprender a conocerme, valorarme, quererme, perdonarme, entenderme y cuidarme, comprender que soy lo más importante de mi vida, que obvio no soy perfecta, que tengo un tipo de apego ansioso debido a muchas cosas que pasaron en mi vida.
- Aprendí mucho del amor propio, a ser autocompasiva, a ser como era con otros, a cuidarme a mí como cuidaba a los otros.
- Aprendí a gestionar mis emociones de mejor manera. Entendí que no está mal sentir pero yo seguía reaccionando y relacionándome desde la niña que era, muchas cosas no habían cambiado, con ella entendí esto y pude aprender a manejar mis emociones, a sentirlas y no ocultarlas, a poder identificar lo que me está pasando y darme a entender, esto mejoro mucho mi forma de relacionarme con los demás.
- Pude perdonar y entender a los otros, comprender que las cosas la mayoría de las veces no son personales, a dejar de sentirme ofendida por cosas que no eran contra mi.
- Entendí que no estaba sola, primero porque en el proceso me sentí enormemente acompañada por ella gracias al compromiso y entrega que ella te otorga y segundo porque me demostró que había mucha más gente de la que yo pensaba que se preocupaba por mi.
- Aprendí a filtrar a quien dejo entrar en mi vida
-Comprendí también que la vida se hace más fácil con una compañía que te comprende, acepta y valora, que es una suma y no una resta.
- Aprendí a no aceptar menos de lo que merezco.
Había ido a terapia antes y la terapia que tuve con la Coni fue completamente distinta, con ella me sentí acompañada del día uno, nunca me sentí juzgada ni sola, podía contar con ella 24/7, creo que esa relación de seguridad que establecimos fue lo diferente y lo que hizo posible todos los cambios ya mencionados.
De aquí a 5 o 10 años más no sé dónde esté, pero lo que sí sé es que cómo esté y cómo sea mi vida en ese momento será tranquila y será la vida que yo quiero vivir, porque siento que tengo las herramientas para enfrentar cualquier situación.
A esa gente que tiene miedos o dudas les diría que se atrevan, que es algo que lleva tiempo y a veces te remece pero es algo súper necesario, La Coni te enseña demasiadas cosas sobre ti y te da las herramientas necesarias para hacerte cargo de tu vida, para estar más tranquila, más segura y poder enfrentar mejor todas las situaciones que se te presenten.
