¿Eres flexible mentalmente?
Hasta hace unos años no me había dado cuenta de lo inflexible que era. Mi mente era rígida, y todas las cosas tenían que ser como yo pensaba o las planificaba, sin dejar lugar a la espontaneidad.
Obviamente sufrí mucho porque la vida es espontánea. El doctor llega tarde, nuestro amigo nos canceló, el día que queríamos ir al gimnasio, no pudimos porque nos quedamos en el trabajo hasta más tarde o porque el gimnasio estaba cerrado (me ha pasado a mí), y entonces todo lo que sucede nos desorganiza y genera una gran angustia que nos afectará profundamente.

La inflexibilidad mental generalmente se expresa como ira, frustración, miedo. Una persona que es inflexible vive la vida bajo muchas reglas y esto crea rigidez. La inflexibilidad cognitiva ocurre cuando nosotros, como seres humanos, somos incapaces de reflejar o modificar nuestra perspectiva de la vida. Ser mentalmente flexible es algo que queremos para nuestra salud. Ser reflexivo y abierto al cambio es parte de ser flexible, y es útil porque nos ayuda a adaptarnos a nueva información (actualización) y nuevos escenarios. La vida es impredecible, la vida constantemente requiere que seamos flexibles.
Los beneficios de ser mentalmente flexible son:
· Capacidad para actualizar y cambiar nuestras creencias con nueva información.
· Ser capaz de romper la complejidad de nuestros pensamientos en pequeños pedazos. Es decir, NO GENERALIZAR. Esto ayuda a tomar nuevas perspectivas y a simplificarse, entendiendo cómo las cosas pequeñas generan un problema solo por ser inflexibles (nos ha sucedido a todos que nos enojamos si algo cambia repentinamente en nuestros planes porque no podemos entender que esto haya sucedido y cambiar todo nuestro esquema).
· Expandir la conciencia.
· Capacidad para estar al tanto de cualquier posibilidad y alternativa en un determinado escenario.
Es muy importante cambiar nuestras creencias y pensamientos, que como sabemos determinan en gran medida cómo nos sentimos.
Consejos para lograr una mente flexible:
· Cambia tu contexto. Cambia tu entorno, camina por diferentes calles para ir a trabajar, si puedes ir de vacaciones, ve a tomar un café donde nunca vas. Las cosas pequeñas nos hacen más flexibles.
· Intentar algo diferente. Esto estimula la creatividad y la capacidad de resolver problemas (ir a esa clase de gimnasia a la que nunca asiste, andar en bicicleta al trabajo, viajar solo, etc.). La mente tiene que ser ENTRENADA.
· Cuestiona tus pensamientos y tus palabras. Sé consciente de lo que estás diciendo y pensando.
· Planea para ser espontánea. Por estúpido que parezca, planee cambiar su rutina al menos una vez a la semana, incluso con un pequeño detalle (haga algo que nunca haga, planee ir a un lugar al que nunca vaya, puede ser un parque, restaurante, cafetería)
· Yoga. Dicen que el yoga ayuda a flexibilizar nuestra mente a través de la flexibilidad del cuerpo.
Al leer esto, ¿se te ha ocurrido alguna situación en la que te das cuenta de que eras inflexible o de que eres mentalmente inflexible?
Un ejercicio que puede ayudarnos a identificar patrones de pensamiento que ya no nos sirven o la inflexibilidad cognitiva puede ser este ejercicio de autorreflexión. 3 minutos para pensar en cada frase. Escribe lo que se te ocurra con cada idea. Después de terminar, compare sus respuestas con las 8 distorsiones cognitivas y vea si quizás puede identificar su pensamiento inflexible.
Frases:
· Mantente abierto a las posibilidades
· La acción es la respuesta.
· No hay nada que temer
· Nunca es tarde
· Puedes entrenar tu cerebro
· No te resistas a la realidad
· Deja que el futuro se desarrolle
· El mañana no existe.
Con amor,
Coni.